Me gusta llevar bolsos grandes para que coja todo lo que quiero llevar pero el muy… tiene la habilidad de convertirse en el Mary Poppins cada vez que busco las llaves o el móvil. Triplica su tamaño, en serio, y después de pasarme media hora sacando cosas, y encasquetándoselas a todo el mundo para que me las sujete, me prometo usar un bolso más pequeño la próxima vez. Pero eso tampoco ayuda porque su habilidad sigue ahí y sigo buscando las cosas, que además van a tetris, así que además voy clavándome todo en el intento.
Y si se me ocurre la brillante idea de cambiar de bolso para ir conjuntada, olvidate, llego tarde seguro, da igual a qué hora haya quedado.
Así que como desastre con patas que soy, lo único que se me ha ocurrido es esto, un organizador que se ata a las asas del bolso con apartados para que las cosas no se pierdan en el espacio tiempo y que además si quieres cambiarlas (por ejemplo para dar la vuelta al bolso reversible) desabotonas y lo vuelves a abotonar (hay varios ojales) donde convenga en otra asa y listo. Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
Como siempre está disponible en todo tipo de tamaños, colores y opciones que se os ocurran, aunque aquí voy a dejar un par de modelos. Éste mide 22 x 25 cm y hay un modelo pro con bolsillos de fuelle que cuesta 10 € y otro más asequible y bolsillos normales que cuesta 5 euretes. (Ahora sólo pongo el pro y esta tarde el otro)
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